JORGE ALTERINI, SINÓNIMO DE GRAN JURISTA
“Estudie Derecho porque al derecho hay que lucharlo todos los días; es una necesidad, una herramienta que sirve para construir un país mejor” afirma el Dr. Jorge Alterini, profesor emérito de tres universidades del país, participe de los debates del nuevo código y director de la Diplomatura en Derecho Privado Patrimonial de la Universidad Austral que comenzó en junio en Comodoro Rivadavia.
Decir “gran jurista” es sinónimo de Dr. Jorge Alterini, no solo por su título de abogado y escribano sino por su íntegra carrera profesional en la que desarrolló una extensa carrera judicial que culminó luego de estar por 27 años como Juez de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil. Se acogió al retiro judicial después de presidir dicho tribunal en distintos períodos e integrar la Junta Electoral Nacional. Desde 2003 el Dr. Alterini preside la Dirección de Asuntos Legales del Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires y desde allí nos abre las puertas para conocer más sobre su trayectoria y el extenso camino del nuevo Código Civil y Comercial de la Nación (Ley 26.994). Aprobado a mediados de 2015 y en funcionamiento desde el 1ero de agosto, con sus 2.671 artículos reemplaza a los más de 4.000 que tenía originalmente y a los 506 del Comercial sancionado en 1869.
Es imposible no reconocer todo el corpus de conocimiento que lleva el Dr. Jorge Alterini en sus palabras cuando habla de las reformas en el código y retoma a los próceres juristas de la historia argentina. El Código Civil promulgado el 29 de septiembre de 1869 fue bueno para su tiempo, pero ahora el cambio era inminente. “Vélez Sarsfield fue un prócer con visión extraordinaria, con algunas pequeñeces que escribe la historia y distintos aspectos que engloba la política con el derecho. En Latinoamérica fue un código de punta, hecho por un hombre que tenía sentidos humanos en aquellos tiempos; uno no puede juzgar años para atrás con criterios de hoy, porque es injusto, pero para aquellos tiempos tuvo un criterio humanista tan de fondo que pudo persistir durante muchos años”
Los proyectos de reforma
En Argentina existieron tres proyectos de reforma legislativa, el primero en la época democrática, 1987- 1991 (en 1987 se sancionó en la Cámara de Diputados y en 1991 en la Cámara de Senadores). Pero luego Carlos Menem, el presidente de turno lo vetó “fue el primer código vetado en el mundo” manifiesta el Dr. EI segundo fue votado por unanimidad en la Cámara de Diputados y nunca lo trató el senado; el último fue un proyecto del año 1998 que tenía dictamen por unanimidad de la Comisión General de la Cámara de Diputados, pero llegó la debacle del 2001 y nunca se culminó. El Dr. Alterini rescata que en esos momentos existió el acuerdo, la unanimidad, sin embargo en la discusión del nuevo código, no se vio tal consenso. “Estuvimos en 3 proyectos de reforma legislativa, integral, más o menos extendida, y estamos muy jugados con la idea de que eran necesario hacer un nuevo código; porque cuando se empieza a ´toquetear´ un código de forma excesiva, se deforma metodológicamente, por eso lo mejor era hacer uno nuevo” afirma el jurista.
La técnica y el jurista
El Dr. Alterini recuerda a uno de sus maestros, el Dr. Guillermo Lorenzo Allende, un motivador de la vida, quien le decía: “En los Códigos lo importante -al nivel del jurista- es la técnica jurídica, lo demás es filosofía o sociología y uno puede participar de una o de otra; pero la técnica del jurista es hacer un código técnicamente coherente, armónico” afirma. Según su planteo, el código actual puede tener muy buenas ideas, filosofía jurídica, sociología jurídica, derecho, buenas corrientes doctrinarias, pero falla en el andamiaje técnico y observa que existió un “toqueteo” sobre los antecedentes, porque “no es que se cambia el mensaje, se cambia la forma de pensarlo y decirlo; y decirlo mal es un retroceso técnico jurídico. Cuando estaba en debate el código, yo era más que prudente, sin silenciar una postura que tenía algunas críticas, algunas observaciones, no tenía una crítica de tono subido. Es bueno que tengamos un código bueno, pero mi tristeza es que no pudimos tener uno mejor” resalta.
Aunque el emérito Dr. Alterini expone que se debería trabajar en la técnica para mejorarla, aplaude los esfuerzos que hicieron los juristas, legisladores, “pero estoy reprochando el efecto técnico y la falta de consenso”. Seguramente pronto podrán verse las Fe de Erratas sobre el código civil, aunque el Dr. no sabe el tiempo que tardara, afirma que dependerá de la presión de la opinión pública, “Ahora argentina esta con problemas importantes de todo tipo y aspiramos a que sea una transición. Hay que ir desglosando las dificultades, una tras otras, estamos inmersos en lo económico y sumar una reforma al código, hay que unirnos y no despertar temas que nos separen, la Argentina fue grande porque más allá de esos errores un día subieron Urquiza y Mitre y los dos renegaron del protagonismo e hicieron la nación grande, porque hubo detrás un gran tucumano, que hizo la ley de base que era él, fundamentalmente la Constitución de 1953”.
El Dr. Alterini retoma como ejemplo de técnica el Código de Chile, no por las sesiones jurídicas, sino porque el código del país vecino es de 1895 y aún continúa en vigencia “¿Pero quién hizo el código de Chile?” –se pregunta- fue el lingüista Andrés Bello, miembro de la Real Academia Española (RAE) que no era pero sí un gran manejador del lenguaje. Y ese es un código que subsiste, ahí está la prueba del valor de la técnica” afirma.
PERFIL
El Dr. Jorge Alterini nació el 15 de mayo de 1941. Egresó como Bachiller del Colegio Nacional Mariano Moreno recibiendo la Medalla de Oro de su promoción. Obtuvo el título de Abogado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, donde también fue distinguido con la Medalla de Oro de su promoción. De esa misma Facultad egresó como escribano. Luego continúo sus estudios de posgrado hasta alcanzar el grado máximo de Doctor en Ciencias Jurídicas y Sociales en la Universidad Nacional de La Plata, y su tesis doctoral fue calificada como sobresaliente, entre sus títulos también se distingue el de Abogado de Empresas de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.